Go back

La importancia de aprender jugando


Desde la infancia el juego ocupa un importante lugar en el desarrollo de los niños. Jugar estimula el cerebro de los más pequeños y ayuda al desarrollo temprano de habilidades relacionadas con la cognición, el lenguaje o la coordinación motriz. Sin embargo, a veces se considera algo complementario, una actividad extra que solo tiene espacio cuando obligaciones académicas y extraescolares han terminado.

Por supuesto, el juego también conlleva actividad mental, ya que frecuentemente implica aspectos como el razonamiento, la investigación o la creación. Es evidente que jugar aporta beneficios intelectuales a los niños, por tanto, utilizar el juego y la diversión como metodología de aprendizaje es fundamental.

Los beneficios de la tecnología son innumerables, y uno de ellos precisamente ha sido la proliferación de juegos educativos online, del nacimiento de plataformas que permiten dar interactividad a diversos ejercicios. Los ordenadores, los móviles o las tablets no se reducen a aparatos de entretenimiento, también pueden tener funciones educativas si se utilizan de manera didáctica.

El aprendizaje online es fantástico para aquellos estudiantes que disfrutan del vínculo entre tecnología y educación. Las fichas interactivas son un gran ejemplo de este tipo de actividades, ejercicios tradicionales convertidos en entretenidas tareas con las que aprenden a la vez que se divierten. La unión adecuada de aprendizaje y entretenimiento puede acarrear numerosos beneficios a un niño ya que el enfrentamiento a ciertos contenidos o temas pueden tener una mejor acogida si se abordan con un buen enfoque pedagógico.

Crear contenido interactivo es muy importante a la hora del encuentro entre el alumno y la información instructiva. El objetivo es que reflexionen, se sientan motivados y se involucren a partir de una interacción más intensa que un aprendizaje meramente pasivo. Aprender jugando convierte la adquisición de conocimientos en algo mucho más fácil y natural. Es una manera muy eficaz de desarrollar aptitudes como la atención o la creatividad, y además ayuda a fijar conocimientos. Es aprender de forma práctica, produciendo que un estudiante establezca conexiones entre conceptos y genere ideas con criterio propio.

Realmente, el juego es una herramienta que predispone al niño a aprender. Cuando un profesor crea actividades interactivas ayuda a reforzar lo aprendido de una manera más sencilla que memorizando conceptos teóricos. Se trata de una manera más agradable de adquirir nuevas competencias a través de amenas prácticas, además favorece al desarrollo integral de los niños.

Pensar que jugar se trata solo de un pasatiempo, es desacertado. El juego no se reduce solo a la función lúdica, como hemos visto, contribuye eficaz y positivamente a los aspectos del crecimiento de los niños en su totalidad.

21/10/2021