Las siglas TICs hacen referencia a las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Aplicadas al ámbito educativo tienen como finalidad facilitar tanto al alumno como al docente el proceso de enseñanza. Hay estudios que demuestran que el uso de recursos educativos dentro del aula favorece el desarrollo del aprendizaje y motiva a los estudiantes a mantenerse concentrados y enfocados en la materia. Estas son algunas de sus ventajas principales:
Conducta activa en el proceso de aprendizaje
La motivación por aprender es muy importante, este tipo de herramientas interactivas promueven el aprendizaje activo. Aquel en el que el alumno se involucra en su propia educación y trabaja el pensamiento crítico. Implementar recursos tecnológicos en clase puede incrementar una comprensión más profunda en la materia y fomentar el análisis de ideas.
Autonomía
El aprendizaje autónomo tiene como objetivo la formación de alumnos capaces de resolver problemas por sí mismos. Existen recursos educativos específicos para promover este tipo de habilidad. Seleccionar las herramientas adecuadas, investigar sobre algún tema y utilizar conocimiento previo para aprender a usar nuevos recursos son algunos ejemplos de la autonomía en el aprendizaje.
Era digital
Los niños pertenecen a un mundo digitalizado, las nuevas generaciones no pueden ser analfabetas digitales porque podrían verse afectadas en el resto de etapas de sus vidas. El uso de la tecnología se ha acrecentado en todos los ámbitos que conocemos y, en concreto, en la educación, se ha incorporado como un instrumento más que busca una formación superior y de calidad.
Interés y compromiso
Proponer actividades diferentes que sean interesantes y entretenidas y no limitarse a impartir clases tradicionales tiene un impacto muy positivo en el proceso pedagógico. Detonar su curiosidad apoyándote en las TICs es una manera muy natural de llamar su atención y ampliar conocimientos.