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Las top 7 cualidades de un buen docente


Los docentes juegan un papel crucial en el desarrollo de todo estudiante. Un buen profesor es aquel que lidera al grupo y es un referente al cual seguir, aquel que sabe cómo dirigir a sus alumnos en la dirección adecuada. La docencia precisa de educadores que inspiren a los alumnos a aprender, y que la tarea de enseñar no se limite solo a repetir la información.

Al ser una profesión que requiere de mucha vocación, la actividad pedagógica necesita profesores dispuestos y con ganas de aprender y mejorar en su trabajo. Algo de especial relevancia hoy en día debido a la revolución digital a la que se ha visto sometida la educación en los últimos años. 

Y es que para ser un buen docente son necesarias ciertas aptitudes y habilidades que ayuden a conectar con los alumnos. Características que sirvan para transformar el proceso de aprendizaje en algo relevante e interesante para ellos. ¿Cuáles son estas cualidades? Te las explicamos a continuación:

La paciencia

Pilar fundamental y una de las claves a la hora de cimentar la relación entre un profesor con su alumno. Un buen docente ha de ser paciente y generoso con el tiempo que dedique a sus estudiantes, ya que cada uno necesitará su propio ritmo de aprendizaje. Comprender y preocuparse por el alumnado para apoyar especialmente a aquellos con mayores dificultades para avanzar. 

Ser innovador

Un educador dispuesto a probar nuevos métodos y herramientas es una de las cualidades a destacar de un buen maestro. Caer en la rutina dentro del aula puede derivar en la desmotivación de los alumnos, en cambio, si se mantiene una actitud dinámica en torno a la enseñanza, la participación y atención de la clase se verá afectada positivamente. 

Existe una gran variedad de herramientas digitales con las que amenizar una clase. Un buen ejemplo de ello son las fichas interactivas, capaces de promover el aprendizaje activo y estimular la motivación de los estudiantes. 

Tener entusiasmo

El entusiasmo va ligado a la pasión que se le ponga a la enseñanza. Cuando un profesor piensa cómo mejorar sus clases, cómo sorprender a sus alumnos y disfruta impartiendo su asignatura. El entusiasmo es una emoción que se puede contagiar a los alumnos, planificar actividades que los involucre y los ilusione despertará este tipo de emociones positivas dentro del aula. 

Un profesor que dedica tiempo a la preparación de sus lecciones implica compromiso, pues no hay nada más desmoralizador que un docente poco interesado en su materia. 

Estar comprometido con la formación continua

Un buen profesor nunca deja de aprender. La docencia es una profesión que requiere formación permanente, estar al día de las nuevas tecnologías y adaptarse a los nuevos tiempos. Por lo tanto, es preciso estar a la altura para ser capaz de instruir al alumnado y enseñarles las habilidades competentes que se requieren hoy en día. 
Un educador que invierte su tiempo en formarse tiene más posibilidades de ser un buen docente que aquel que no lo hace. Renovar conocimientos y aprender nuevas habilidades ayudarán a incluir nuevas herramientas educativas, metodologías y recursos en el aula.

Ser observador y buen comunicador

La observación es una labor necesaria para detectar todo tipo de dificultades en clase. Especialmente, cuando los alumnos son muy pequeños, es fundamental poder detectar los problemas para transmitírselo a sus padres. De esta manera, se abordará cualquier tipo de cuestión de una forma eficaz. También la observación será de vital importancia para ser capaz de detectar las necesidades de cada alumno y adaptar el ritmo de trabajo según sus capacidades.

Ser flexible

Una de las cualidades del buen docente es la capacidad de adaptación a nuevos cambios y la buena recepción a nuevas ideas y diferentes puntos de vista. Tener la mente abierta da como resultado ejecutar clases dinámicas y amenas, sin temor a equivocarse. 

Un maestro debe estar dispuesto a cambiar sus metodologías de enseñanza y replantearse sus esquemas. Hay que evitar anquilosarse en un método de enseñanza concreto y actualizar y fijarse retos de crecimiento personal para alcanzar el éxito. 

Ser inspirador 

La docencia es una profesión que necesita una mezcla de habilidades para que su desempeño sea exitoso. Un buen profesor debe ir más allá de la mera transmisión de conceptos y compartir experiencias de aprendizaje con sus alumnos. Captar y retener la atención en un aula es complicado, por ello promover la curiosidad y conectar con los estudiantes es tan importante para establecer vínculos que sirvan de motivación a los alumnos. 

23/02/2022