Las Tecnologías de la Información y Comunicación han transformado por completo nuestra realidad. Las TIC están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida, y, aplicadas a la educación preparan a los alumnos para una era digital que se encuentra en pleno auge. El objetivo de las TIC es facilitar el proceso didáctico tanto a docentes como a estudiantes.
Este conjunto de herramientas educativas solo trae ventajas al alumnado gracias al impacto que tienen sobre ellos. Sus aplicaciones son innumerables y, además, permiten una flexibilidad tan significativa que eliminan muchas barreras en el aprendizaje. Durante los dos últimos años, la educación se ha visto gravemente afectada debido a la limitación de la presencialidad en las aulas, forzando así esta asignatura que dejó de ser una opción para pasar a ser una disciplina obligatoria.
Gracias al esfuerzo de miles de docentes, se pudo mitigar las desastrosas consecuencias del cierre de numerosas escuelas y dar solución a una enseñanza truncada por las circunstancias. El uso de los recursos educativos, los medios interactivos y la tecnología disponible facilitaron el trabajo a los profesores y motivaron a los alumnos a seguir adelante. Ahora, muchas de las innovaciones que fueron implementadas por necesidad siguen vigentes debido a su usabilidad y practicidad.
La aplicación de estas herramientas 2.0 da acceso a los alumnos a un mayor número de recursos y contenidos, favoreciendo sus competencias digitales e impulsando su motivación por aprender. Existen infinidad de plataformas educativas donde se puede personalizar los contenidos de cada estudiante en función de sus resultados. Un ejemplo de ello son las fichas interactivas, que, además de individualizar las necesidades y los ritmos de los alumnos, impulsan el aprendizaje autónomo y fomentan la autosuficiencia.
La importancia de las TIC en la vida de los niños y niñas desde una temprana edad radica en la trascendencia que tiene Internet hoy día. Usar Internet es requerido a diario e incontables veces, saber dominarlo es vital para el resto de etapas en la vida. Propiciar un uso responsable de la tecnología es esencial para desarrollar habilidades como la resolución y la autogestión. También, cabe destacar la optimización del tiempo de estudio y trabajo gracias a que el alumnado se siente mucho más motivado por el uso de la tecnología. Y es que las TIC son un recurso educativo tremendamente efectivo para impartir clase. Además de aumentar el interés general, los estudiantes aprenden a dominar herramientas propias del siglo XXI.