Lograr un aprendizaje significativo dentro del aula requiere esfuerzo y responsabilidad tanto por parte del profesor como de los alumnos. El compromiso es fundamental para alcanzar una enseñanza de calidad y conseguir los objetivos establecidos por ambos.
Existen una gran variedad de alternativas metodológicas para llevar a cabo con los alumnos y lograr despertar interés en la materia. En ocasiones, motivar a los estudiantes implica repensar la forma de impartir la clase, te dejamos a continuación cinco consejos para aumentar el compromiso en el aula:
Romper con la rutina
Los alumnos de hoy día pertenecen a una generación tecnológica, sacar provecho de eso puede ser muy beneficioso en el ámbito educativo. Proponerles actividades relacionadas con las TIC los motivará en su día a día. Hay muchas herramientas para implementar este tipo de actividades interactivas, por ejemplo, TopWorksheets. Según los estudios, aquellos alumnos que tienen acceso a recursos interactivos resultan ser más receptivos en el proceso de aprendizaje.
La gamificación
Esta metodología está basada en el juego y tiene como objetivo usar técnicas y mecanismos lúdicos para alcanzar objetivos del aprendizaje específicos. Es un método que se apoya en la diversión, convirtiendo actividades en ejercicios entretenidos y amenos. Además, promueve la motivación, ya que incentiva la curiosidad y genera interés en temas poco atractivos. Uno de los problemas más comunes entre los estudiantes es la falta de atención cuando es requerida. No obstante, cuando los niños juegan, o consideran que están jugando, ponen todo su interés y atención en la realización de los ejercicios.
Promover el aprendizaje activo
La implicación de los alumnos en su propio aprendizaje es esencial para que pasen de ser sujetos pasivos a sujetos activos. Las actividades interactivas están directamente relacionadas con el aprendizaje activo, pues aprenden a través de la participación en el contenido. Las metas atractivas también son clave en el proceso de aprendizaje, ya que aumentarán su motivación y compromiso.
Tener entusiasmo
No hay nada más desmoralizador que un docente poco interesado en su materia. El entusiasmo es una emoción que se puede contagiar a los alumnos, planificar actividades que los involucre y los ilusione despertará este tipo de emociones positivas dentro del aula. El entusiasmo va ligado a la pasión que se le ponga a la enseñanza.
Ser flexible
Un maestro debe estar dispuesto a cambiar sus metodologías de enseñanza y replantearse sus esquemas. La capacidad de adaptación a nuevos cambios y evitar anquilosarse en un método de enseñanza concreto dará como resultado clases dinámicas y amenas.